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  1. CABALLO DE FUEGO

    lunes, 30 de mayo de 2011


    Cuando cabalgo como un Andaluz peinando en vientos tu cabellera de obsidiana
    y el viento me pierde en tus miradas, me siento vivo, rompiendo el aire con mis manos.
    Cuando cabalgo frenético por el torrente de tus venas y me pinto de rojos pasionales
    caballo de fuego, y respiro de ti, de suspiros que llenan de rojos azucenas mi alma.

    Cuando cabalgo sin freno mujer, en medio de tus miradas y en soplos revuelvo tu falda,
    vuelvo a ser fuego, vuelvo a ser aire y me alimento de tus respiros que embravecen a este corazón.
    Cuando cabalgo mujer a través de las nubes, haciendo tronar el cielo con mis cascos de bronce
    y  te llamo desde lo alto con mi voz de trueno y grito  tu nombre entre relámpagos de fuego, Ven a mi lado.

    Ven a mi lado, sujétame en tus trenzas, amárrame a tus caderas, aprisióname en tus brazos,
    detén un momento esta carrera sin rumbo y sin fin, detenme en tu alma pasiones de estrellas,
    piérdeme en tus noches de intimidades secretas, piérdeme en tus llanos de madera y pan.

    Y cuando estemos saciados, con el cuerpo cansado y el corazón rebosante, el alma perdida
    deshaz tus trenzas, quita los hilos de seda que me sujetan a tus caderas, libérame de tus brazos agua cristalina,
     y déjame libre, ¡libre otra vez! para correr con la furia de una ola, con la fuerza de un tornado,  a tus brazos otra vez.



  2. POEMAS DE FUEGO

    lunes, 23 de mayo de 2011



    Me gustaría que me lo pidieras Amor, que me pidieras ansiosa,

    recorrer con azúcar y ayeres tus recuerdos, y perdernos en mares de cristales purpuras
    para así calmar tu fuego, tu salvaje pasión, y yo, ¡Me negará!

    y me rogaras, como si fuera agua en la sequía, como si fuera la vida en un suspiro.


    Me gustaría que me lo pidieras, amor, con miradas de ámbar cautelosas y furtivas,

    Para yo rechazarte, consumiéndome en deseos de piel y de sueños locos y tormentosos,
    hasta que por esos ojos canelas atrevidas, no pudiera mas, rendido ante tu mujer de luna,
    y como una presa sucumbiera sin poder aguantar esta pasión, sin poder contenerte.

    Y no fuera capaz de retener estas caricias desbocadas que corren presurosas a tu encuentro,
    de estos labios carmesí encendido, que se desbordan como un volcán en erupción,
    se desgajaran los recuerdos de pasiones y fuegos que nunca fueron apagados,
    me volvería un maremoto embravecido e inundaría tu ser, 
    seria como un rió sin cauce arrancado de tu cuerpo besos y caricias.


    Seria YO, una fuerza de la naturaleza, que no podrías contener,

    Solo tus labios, tus noches, tus días, solo tu ¡Linda mía¡ solo volviéndote a ver… 
    y así una y otra vez, hasta el fin de los tiempos, seria para ti, una pasión desmedida.





por falta de palabras