Deja que mis manos de sol construyan en ti veredas solitarias en las que solo camine yo,
Deja que mis labios llenen de palabras tus caminos de trigos, azucenas y alegrías,
Déjame un momento en ti, en tus cabellos reflejos de plata, en tus raíces perdidas,
Déjame hacer en ti lo que los sueños hacen a los luceros, envuélveme en ti, en tus ojos.
Deja que mis manos siembren tu cuerpo de trigo y tiempo sin fin para este hombre,
Deja que me pierda en la frescura tu alma, ultima pasionaria de mi jardín marchito,
Deja que me cobije en tu piel canela, que descanse como mariposa de fuego en tu vientre
Deja que me cubra de tu aliento fresca gaviota, eres la rosa que ilumina estos ojos tristes.
Cuando mis manos caballos de fuego galopen desmedidos tus caderas, no me detengas,
Cuando mis ojos, canela mía, arranquen suspiros y congelen el aire, abrázame sin temor,
Cuando me embriague en el dulce de tus palabras, cobíjame en tu cuerpo desnudo Canela.
Cuando vuelva a ser la melancolía y regrese a mis abismos envuelto en suspiros,
No me olvides, deja mi recuerdo en ese rincón pedacito de corazón que nadie toca,
Déjame envuelto en lluvia, lagrimas, déjame envuelto en tus brazos y llámame AMOR.
0 comentarios:
Publicar un comentario