No sabes linda mía como estremeciste cada espacio de este mundo, de este cuerpo, no sabes
cómo percibo cada otoño, no ves la forma que sufro cada invierno en tus ausencias,
como me pierdo en melancolías de mar y sal, no lo sabes bella mía y no quiero que lo sepas.
Te veo en cada risa que revolotea dando ecos en las calles, apareces en cada minuto como fantasma azotándome con tus recuerdos de calor, de besos, abrazos, cerezas y locos delirios.
Donde estás Linda Mía, ¿Dónde?, en mis pasos solitarios, en mis manos caminos de hojas secas,
en tu ojos de trigo, perdida en tu sonrisa de cereza o en tu cautivante piel canela. ¡¿Dónde?!
Ya no me importa si no te vuelvo a ver, ya no pasa por mi mente otro encuentro ocasional
ya he olvidado como es el tiempo y lo he olvidado todo para no perderte, y para dejarte ir,
para liberarme de mis cadenas de pasión y fuego, para romper estos grilletes de clavos y cenizas.
Me abrazo a tu recuerdo a las miradas perdidas que dejaste en las calles, ya no te busco,
ya no grito tu nombre en mis madrugadas solitarias, linda mía, ¡Ya no te busco!
te guardo en lo profundo del infinito, en donde no te pierdes nunca, ¡nunca mas de mi lado!.